La afición tiene voz y eso ya es noticia. Históricamente el CD San Fernando ha tenido una buena afición que acudía fielmente al campo de fútbol cada quince días y ha contado con muchas directivas (con mejor o peor acierto), pero a la afición sólo se le exigía que se sacara el carné de socio o su entrada y se sentara a ver fútbol. Esa ha sido nuestra realidad hasta hace bien poco.
Hoy día, desde hace unos meses, la afición , la llamada "Marea Azulina", comienza a participar activamente no en la gestión del club (es obvio), pero sí con una colaboración muy directa, y añado yo nunca vista. Ante el poder de convocatoria que nos da internet en general y el forocdsf en particular comenzamos a asistir a reuniones a las que acuden algunos directivos; nos piden ayuda y se les da; se organizan fiestas azulinas; se han montado barras en Carnaval; se venden camisetas con el logotipo de "CDSF RESISTE"; se reparten huchas para recaudar unos euros; algunos aficionados colaboran en la búsqueda de publicidad; se diseña la REvista Oficial del CDSF llevada por unos apasionados aficionados; se planifica y lleva a cabo el proyecto "Juventud Azulina", que está consiguiendo llevar a más niños y niñas al campo (junto a sus padres); se están vendiendo papeletas; etc. Seguro que dejo en el tintero (o en el teclado) muchas cosas más, porque son innumerables.
El amor a un club nos ha unido. Dice una canción que "cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana". En este caso no ha sido así: la pobreza del equipo azulino nos ha unido y nos ha hecho más fuertes. Vamos a resistir. Son muchos nombres y apellidos que no voy a nombrar los que han dado mucho en estos meses. Han dado cariño, han dado tiempo, han dado horas de sueño, han dado dinero, han dado ilusión, hasta salud si me apuráis. Todo por el equipo de su tierra.
Los que confiamos en este proyecto de colaboración estamos volcados con la idea fija de resistir, de conseguir la mayor cantidad posible de dinero que nos ayude a solventar la temporada. Estamos de acuerdo en que sólo con eso es imposible, pero a lo mejor puede servir de estímulo para hacerles ver a la ciudad y a sus ciudadanos de que estamos vivos, de que existimos. Quién sabe si en estos duros tiempos económicos surge una empresa que sigue con detalle nuestros movimientos y ofrece su apoyo monetario. Soñar es un deseo de tu corazón. No bajaremos los brazos y no dejaremos que la llama de nuestra pasión azulina se apague nunca.
Por eso y por mucho más hoy podemos decir que la afición tiene voz.
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