¡Y llegó el estreno!
Desde una hora y pico antes del comienzo, se palpaba el
ambiente y las ganas de que comience lo bueno. Sin aparcamiento, buena señal. No,
no eran fans de Pastora Soler, sino del Club Deportivo. Hambre de fútbol, sed
de SFCD.
Cielo azulino, astros alineados, calor, sol, mascota Lino a
punto de una lipotimia, Camarón sonando de fondo, ambientazo azulino y buena
presencia de caballas. Frente a frente San Fernando y AD Ceuta, un viejo
conocido de hace dos semanas. Como dijo la sabia de mi mujer, quien ganara el
amistoso, perdía el de liga. Todo ready.
Tras una profunda renovación en el vestuario, la nave
azulina contaba con una tripulación casi nueva y los mismos comandantes.
Los primeros partidos siempre tienen mucha carga emotiva y conlleva
la presión de dar un buen primer paso. Y bien que se notó. El conjunto ceutí salió
muy activado, como una moto a pesar de venir
en ferry. A nosotros nos costó quitarnos las tenazas de los nervios. Pronto
Biabiany asumió el rol del “prota” y con sus intentonas, cabalgadas y jugadas fue el punto de inflexión. En el 42’ con una jugada personal por dentro
se coló hasta la cocina, el cuarto de baño y el dormitorio que fue donde el
portero le hizo penalti. Rubén del Campo, el goleador de la pretemporada,
marcaba el 1-0. En la grada al descanso sonrisa “profidén”. Justo o no, el fútbol no entiende justicia.
En la segunda parte, el Ceuta hizo cambios y parecían
sentarle bien. Varios arreones bien sometidos por la defensa isleña. Biabiany
seguía a lo suyo, desafiando al rival con su velocidad. Corría tanto que
parecía deber dinero a alguien. Acabó exhausto. Juanmi Callejón salió y aportó
peligro.
Cabe decir que me encantó la AD Ceuta FC por ser valiente y
muy vertical. Cada jugada suya en ataque te provocaba unas pulsaciones que el
propio smartwatch me aconsejaba precaución.
La recta final fue un intercambio de golpes. El cansancio
provocó espacios, pero afortunadamente sin más goles.
Victoria hercúlea. La afición entregada aplaudió a rabiar
durante todo el partido desde tres de los cuatro puntos cardinales del estadio.
Partido dinámico, divertido, con alternativas de dominio y
juego. Bonito para ser el primero, pero más bonito si gana el Club Deportivo.
Desde marzo no sabemos lo que es ganar.
Espero, papi, que lo celebres donde estés. Eché de menos tu abrazo en el gol.
Foto www.sfcd.es
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