San Fernando 0 – Racing Club de Ferrol 1
La importancia de aceptar un regalo. Así se gestó la
victoria racinguista en Bahía Sur con un gol de Pena, Héber Pena.
Primer partido casero en septiembre. Duelo
departamental y homenaje a la Armada. El Ferrol y San Fernando siempre tuvo el
pegamento de ser Departamentos Marítimos. Faltó que sonara el tema de “In the
navy” de los Village People o que apareciera Alfredo Landa con cara de cateto a
babor.
Tan solo una novedad en el once azulino oficial y
Caballero (Antonio) como titular (¡cuánto
te hemos echado de menos! ). ¿Un equipo de fútbol gallego en La Isla? Lo nunca
visto. Lo más gallego es Bicho y Marcelo Ribeiro, por lo del vinito. En el
banquillo visitante dos entrenadores de cromos Panini, Cristóbal Parralo y Javi
Manjarín. Las estadísticas están para no romperlas porque se van de La Isla sin
perder, como venían haciendo desde enero.
El partido se desarrolló tal y como a priori se
presagiaba. Un partido de respeto, un partido jugado de Usted a Usted. Pocas
ocasiones de gol, pocos espacios, buenas estructuras defensivas y a sabiendas
de que ganaría el que menos errores cometiera.
El San Fernando presionó muy bien arriba para obligar
a la defensa ferrolana a no salir jugándola. Funcionó bien. El primer uy en la primera parte estuvo en la
cabeza de Rubén del Campo, pero la más clara y chula fue la que diseñaron el
equipo de arquitectos formado por Chaira – Luis Ruiz y Bicho, al que le faltó
mejorar el punto de mira. A partir de ahí unos minutitos de activación de
Biabiany, pero que solo fue un espejismo. Se fue del partido y ya no volvió.
Tras el descanso, error en la salida de balón. Balón
dividido, balón perdido. Isma Falcón quiso sacarla jugada sobre Antonio
Caballero, Heber anduvo listo y marcó de vaselina (0-1).
Nacho Castro comenzó a sacudir el árbol para recoger
frutos. Muchas piezas atacantes, demasiadas quizás. Rodrigo Sanz, Gabri,
Juanmi, Marcelo Ribeiro y además el centrocampista David Ramos. ¿Qué pasó? Atasco arriba y vacío el centro del campo.
Muchas cartas pero faltaba el cartero que las llevara. Solo lo intentaba José
Carlos.
El Racing achicaban espacios. Se defendían por tierra
y por mar; el San Fernando por el aire y sobre todo por la banda de Gabri
Martínez que perdió varios balones por exceso de conducción, pero se hartó de
intentarlo. Un pero: no termina lo que empieza. La mejor ocasión llegó en una
suya que pegó mordida Rodrigo Sanz. ¡Ay!
Manu Farrando se pasó de revoluciones y en dos jugadas
se vio camino de vestuarios. El partido tocó a su fin. El colegiado de apellido
Cid y de procedencia Castilla y León decidió coger el caballo y la espada y
tirar para su Reino.
El reparto de puntos hubiese sido más justo, pero ya
sabemos cómo es de caprichosa la diosa Justicia. Como diría Quevedo, el que
canta, que la noche sin ti (la victoria) duele.
Siguiente parada: Santo Domingo de Alcorcón. De este
tren (iba a decir tranvía) no me bajo. Seguro que tú tampoco. ¡Vamos, San
Fernando!
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