Tras la conquista de Emerita Augusta, el ejército del
general de las tropas azulinas, Paulus Alfarus, recibía en el reducto del Bahía
Sur a un equipo que otrora fue el SuperDepor. Un campeón de liga que pisaba por
primera vez un campo de fútbol en La Isla.. Entre sus filas un Rolex en un
mundo de Casios: Lucas Pérez. No es mejor Rolex que Biabiany.
El partido no empezó hoy a las 16 horas sino, desde que se
ganó en Mérida, se han contado las horas y los días para verlo. 3842 personas se decidieron verlo in situ. Un
espectáculo ver la Tribuna y la Preferencia completa. ¿Y la curva Madariaga?
Espectacular. Más curva que nunca.
El juez del partido
fue sustituido a última hora y no llegó de las Canarias, sino de Extremadura.
Manuel García Gómez, que tiene nombre de repetidor de curso.
El doctor Alfaro ha sabido parar la hemorragia y está
sanando las heridas del equipo a través del orden, la organización y ser más
competitivo (¡esto sí que es competir!).
Aún queda, pero éste es el camino. Hoy debut oficial de Alfonso Martín, recién aterrizado;
y debut ante su afición de Dani Aquino,
al que solo pudimos ver 25 minutos y en su debe una clara ocasión de gol en el
primer minuto.
En el primer acto intercambio de golpes entre dos buenos
púgiles. Las más claras las nuestras. La mencionada del “Torito” Aquino y sobre
todo la de Rubén del Campo (muy falto de confianza). ¡¿Cómo puedes fallar esa?!
En el 37’ manos dentro del área y
penalti que ejecuta con maestría Biabiany (1-0). La alegría en la casa del
pobre dura menos que una Play 5 en la puerta de un colegio. Al filo del descanso empata el conjunto
coruñés (1-1).
El San Fernando no le pierde la cara al partido por mucho
Depor que fuera. La grada cree en el equipo y el equipo lo nota. El larguero le
dijo “hasta luego, Lucas” al tremendo chut del siete deportivista. Segundos
después, asiste Bicho sobre Biabiany que a punto está de engancharla.
En el 78’ zasca. La defensa no está acertada y pone alfombra
roja al delantero Quiles. Penalizamos demasiado los errores. Toca masticar
tornillos otra vez.
El Depor nada y guarda la ropa. Sabe del valor que tiene los
tres puntos. Pierde tiempo. ¡Con lo que lloraron en el partido de ida! Aun así,
el Club Deportivo aupado por la afición confía, cree y, por una vez, la diosa
Justicia se vino de compras al Bahía Sur. Saque de esquina, última jugada (otra
vez la última jugada como en Mérida), sirve Juanmi Callejón con guante de seda
y cabezazo con el alma de José Carlos. ¿La viste, Mackay? ¿Sí? Ok, Mackay. Estallido de júbilo. 2-2. Un punto que sabe a
gloria bendita. Un punto que sabe a bienmesabe y tortillita de camarones, a calle
Real, a Camposoto, a Nazareno, a Camarón, a La Isla. Esto es la Isla y aquí hay que succionar.
Alfaro ha dado con el punto G azulino: ganas, genio, “güevos” y goles. Cuatro puntos en dos partidos. Enero no es una cuesta para el Club Deportivo. A continuar la racha el domingo en el duelo de Santos: San Sebastián versus San Fernando.
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