Tan solo jugó Barcina un partido en la máxima división. Tal cita histórica fue un 3 de abril de 1955 en un Alavés 5 – CD Málaga 1, disputando los noventa minutos, junto a compañeros como el meta Berasaluce, Primi, Echeandía, Echaniz ,… , a las órdenes de Manuel Echezarreta.
Se marchó del conjunto albiazul con un ascenso de 2ª a 1ª en la mano. Tras su exiguo paso por la división de honor, se buscó “las papas” fuera de Vitoria. Muchos kilómetros más allá: a La Isla de León. Llegó con cambia en la presidencia (se fue Baleato y llegó Roa) y de técnico (se fue Molinos y llegó Bracero).
Formó una buena defensa junto a Jiménez – Tomé y el propio Barcina como lateral zurdo. El conjunto azulino ocupó el puesto 13 de la tabla de clasificación con 26 puntos. Debutó en partido oficial en Heliópolis y además a lo grande. Los isleños ganaron sorprendentemente al Real Betis Balompié por un gol a dos. Los goles azulinos fueron obra de Loren y Ayala. Como curiosidad decir que el mítico Luis Del Sol debutó con la verdiblanca ese día. Este fue el once de aquel día: Gómez; Jiménez, Tomé y Barcina; Villita, Devesa, Periñán, Chispa, Paulino, Loren y Ayala. Al final de la campaña Barcina lo jugó todo, esto es, los 30 partidos.
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“Más exitosa fue su trayectoria como entrenador. Al Vitoria lo subió a Tercera (1959) y estuvo a punto de hacerlo a Segunda al cabo de dos años y al Alavés Promesas también lo sacó de Regional hasta que tuvo ocasión de dirigir a la primera plantilla en 1965 tras el cese de Lasa. Otro albiazul hasta los tuétanos, don Juan Arregui, para quien trabajaba en su factoría, le encomendó dos tareas: hacer campeón de España de empresas al Arregui (1970) y seguidamente, sacar al Alavés de Regional en 1971. En su faceta técnica pasó entonces a ejercer de segundo con Koldo Aguirre, Román Galarraga y Joseíto. En sus charlas siempre salía a relucir el ascenso a Segunda en Las Margaritas de Getafe (1974).”
También entrenó en el CD Mirandés en la temporada 67-68. Una vez que se retiró del fútbol en activo, siguió al Alavés como comentarista deportivo en una emisora radiofónica. El último día de abril de 2012 se reunían en la iglesia de San Miguel de Vitoria todo el alavesismo para despedir emotivamente a una leyenda. Allí familiares y amigos rezaban por su eterno descanso.
Descanse en paz, Barcina.